Judaismo

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Los preceptos religiosos que se siguen son muchos y muy complejos. Incluyen el culto a un solo Dios, cumpliendo con los tradicionales mandamientos que se le dieron a Moisés y explicados por el rabino, practicando la caridad y la tolerancia hacia sus semejantes.

La religión y la cultura judía están inextricablemente mezcladas y no todas las familias son ortodoxas. Los judíos ortodoxos no pueden escribir, encender aparatos electrónicos, cocinar, viajar, enterrar a sus difuntos ni firmar documentos durante el sabático.

El judaísmo enfatiza el valor de la vida y cuando se acerca la muerte, no hay ninguna necesidad particular de que un intermediario proporcione los últimos ritos, y por tanto, un judío agonizante puede solicitar no ver a un rabino.

Cuando la muerte ocurre, hay manera respetuosa y especial de tratar el cuerpo y no se permite ninguna mutilación del mismo a menos de que halla alguna disposición legal definida para realizar la autopsia.

El funeral se lleva a cabo generalmente en el transcurso de 24 horas o tan pronto como sea posible y el cuerpo, por lo general se entierra. Un “vigilante” puede permanecer en el cuerpo hasta el momento del entierro. Hay un período de luto familiar de siete días durante los cuales se reza y los dolientes visitan a la familia acongojada (Sherr, 1992).

El Judaísmo es la religión de la alianza entre una tierra santa, un Dios y un pueblo. La religión es de los que se sienten herederos de esa tierra, escogidos por Dios y descendientes de ese pueblo. Está ligado a la historia del pueblo hebreo, descendientes de Heber. Era un pueblo de pastores, labradores nómadas, que habitaron en Mesopotamia, Siria, Egipto e Israel, fueron guiados por una nube de fuego, atravesaron el mar rojo, se alimentaron por el maná caído del cielo y codornices, hasta que llegaron al desierto del Sinaí, en donde Moisés recibió el “decálogo” o “código de la alianza” o “los diez mandamientos”, la ley, la Torá.

En la fe judía, Dios se reveló a su pueblo sin mostrarse físicamente, sino que habló con algunos de ellos, Abrahán, Isaac y Jacob, diciéndoles su nombre: Yhwh, Yahvé, Jehová, “el que fue, el que es, el que será y el que se hace ser, porque el es”. La revelación fue oral, de ahí que Dios es el Verbo, Dios habla.

Dios puso a Adán en el jardín del Edén, para cultivarlo y cuidarlo. Después se dirigió a Noé, quien era un hombre justo e íntegro, razón por la cual lo salvó del diluvio, indicándole que construyera el arca que encalló en el Monte Ararat. Yahvé le ordenó que no comiera la carne de los animales con la sangre, “su alma”.

Dios renovó su alianza con Moisés en el monte Nebo, narrado en el libro del Éxodo, acordando que el sábado es un día consagrado a él, como signo de la perfección de la creación divina.

El nombre de Dios, El, “Alá”, significa príncipe, héroe, señor, ante quien el hombre debe postrarse en la tierra y cubrirse el rostro. No se permite hacer imágenes suyas, siendo el primer mandamiento: “no harás frente a mí dioses de plata ni dioses de oro”.

Para el Judaísmo Dios es uno, creador de todas las cosas, siendo que los que lo busquen “viven para siempre”. Espera que los hombres le brinden atención, confianza, fidelidad y conversión. El mundo fue creado para ser reino de Dios y esperan aún la llegada del Mesías.

La Biblia es la colección de libros sagrados, escrito por los hombres mediante la inspiración del Espíritu de Dios, considerada como la palabra misma de Dios. Comprende 39 libros

Este Dios conoce todas las acciones y pensamientos de los hombres, y al cumplir con sus mandamientos obtienen como recompensa ser llamados de nuevo a la vida, del mundo de los muertos.

El sacrificio es un reconocimiento de la deuda que tiene el hombre judío con Dios.

El templo en donde se reúnen es la Sinagoga y el rabino es un sacerdote, el maestro, cuya misión es la enseñanza religiosa y representa a su comunidad ante las autoridades civiles de un país.

Las cinco fiestas judías más importantes son:

Ros Hasana, que señala el comienzo del año y el recuerdo del juicio divino sobre el primer hombre, es el momento de un examen de conciencia. Siguen diez días de penitencia para pedir perdón por los pecados del año, son de arrepentimiento.

El Yom Kippur es el día del perdón, de la purificación y de la extrema misericordia de Yahvé, en la cual hacen un ayuno absoluto.

Sucot es la fiesta de los tabernáculos, de las tiendas, que significa que es un pueblo en camino, siempre dispuesto a seguir la llamada de Dios.

Pesah, la pascua, es el festejo de la matanza de los primogénitos de Egipto, dejando en paz a los hebreos.

Sabu’ot es la revelación del nombre de Dios.

En el judaísmo todo lo relacionado con la muerte es impuro, por lo que cuando alguien muere, dependiendo del sexo del difunto(a), un compañero o compañera lava el cuerpo de manera especial, lo amortaja y se coloca en un ataúd sencillo. No se permite ninguna mutilación del cuerpo, por lo que no aceptan la autopsia. El cuerpo por lo general se entierra.

Consideran al hombre como un ser mortal por naturaleza, lo que separa lo divino de lo humano es la muerte, siendo que la muerte proviene de Dios. Lo que Dios promete se recibe durante la vida, sin embargo no se anula con la muerte. Cuando los judíos contemplan la muerte, ven la vida; cuando contemplan la vida, ven a Dios. Vivir es conversar con Dios y morir es el silencio final en el que no hay nada que decir, ni ninguna razón para escuchar.