Es ésta la isla de Bastimentos, en el archipiélago de Bocas del Toro. La gente es de origen afroantillano, y sus tumbas están cubiertas por fruta (ciruelas) que se consumen sin ningún pudor. Los entierros son un espectáculo musical, la gente subiendo por unas pendientes llenas de barro, de noche, con antorchas y cantos y lágrimas, y alcohol y, sobre todo, hachis. Todos los lunes hay fiesta de hachis en la isla. Me impresionan, especialmente, las tumbas mirando al océano (Atlántico), desde un alto, y esa sensación de paz y de pureza.