Centenares de mujeres israelitas, deseosas de encontrar marido, depositan su ropa interior sobre el sepulcro de un venerado rabino con la esperanza de que sus oraciones de maridaje sean fructíferas.noviembre 22, 2005
“La sociedad ha domesticado la muerte y la ha hecho a su medida”. La Opinion de Tenerifeoctubre 14, 2003