Historias de Vida

La vida sin mi hijo (María Trinidad)

Cuando por fin supimos que venias en camino, con tu papi nos pusimos super felices, agradecimos cada día a Dios que te hubiera puesto en nuestro camino, sin saber que Él solo te había prestado por un tiempo, a los dos meses te perdimos, yo dí todo por ti, luche cada minuto por ti, para que pudieras seguir viviendo, pero a pesar de todo te fuiste, le reclamé a Dios, por que? por que te arrebató la vida, por que no me dejó conocer tu carita, abrazarte, besarte.

Ya ha pasado un año, el más largo y doloroso de mi vida, mi alma no se tranquiliza, no he podido superar tu partida, se que tú mi ángel amado estás feliz en el cielo, solo espero el día de poder reunirme contigo para que me regales una sonrisa.

Sufro en silencio, pienso que tendrías ya 6 meses a mi lado, pero no, solo tengo mi corazón roto y las manos vacías.

Ya nadie te recuerda, nadie te nombra, pensarán que no quiero acordarme de ti, no es así, eres mi bebé y siempre lo serás, escuche muchas veces que con el tiempo el dolor se calmaría, que podría resignarme, pero no puedo, no puedo sonreír, no puedo ser feliz si no estás aquí.

Artículos Relacionados

Después de morir… no murió (Guadalupe Alvarado Medina)
Viaje al país de los muertos (María Delia Gavín)