Mª del Socorro M. de Berea
Tanatóloga. Hospital Español de México
En el transcurso de la vida todos peleamos un sinnúmero de batallas en las que a veces salimos victoriosos y a veces derrotados, pero en cada una de ellas sacamos experiencias valiosas que nos ayudan a caminar todo el trayecto.
Casi siempre las derrotas son más fructíferas que las victorias, pues nos enseñan mucho más y nos hacen cada vez más fuertes para emprender acciones o atacar metas más altas.
Hoy quiero hablar de una batalla que todos, tarde o temprano, vamos a sostener irremediablemente: “La batalla contra la muerte”, y podemos estar seguros que habremos de perderla.
Cuando la muerte es súbita, prácticamente no hay batalla, pero tratándose de un diagnóstico de enfermedad terminal, queda tiempo para prepararla acumulando fuerzas, tomando posiciones, sufriendo incertidumbres y, quizá, dolores tanto físicos como emocionales.
En estas circunstancias, los seres humanos recorremos una serie de etapas que fueron planteadas por la Dra. Elizabeth Kübler-Ross en la segunda mitad del siglo XX, dando origen a la Tanatología.
Las fases del duelo son:
1. Negación;
2. Aislamiento;
3. Enojo;
4. Pacto y “regateo”;
5. Depresión ;
6. Aceptación.
Diferencias entre el adulto y el niño.
En el caso de un adulto se viven, generalmente, todas la etapas y se enfrentan con la experiencia de toda una vida.
En el caso de un niño esto es diferente; solo se experimentan las siguientes etapas cuando ya ha sido informado o ha presentido su final:
1.Enojo; 2.Tristeza (sustituye a la depresión); 3.Aceptación.
Identificando las etapas por las que atraviesa, éstas deben ser aprovechadas para prepararlo y, a mismo tiempo, preparar a la familia.
Técnicas tanatológicas
Así como las etapas del duelo se viven diferente en el adulto y el niño, así también las técnicas utilizadas para tratarlos serán diferentes. El niño tiene un sentido de la vida y la muerte más simple y menos “disfrazado” que el adulto; a su vez, el niño no teme a la muerte, la acepta como un paso más en la vida. Esto nos lleva a la conclusión de que la terapia para un niño es simple: no tiene apegos, lo asimila de manera natural, es veraz, es libre en mente y espíritu.
Los pasos a seguir en la terapia infantil son los siguientes:
1. Información verídica
2. Percepción de sus sentimientos
3. Aceptación
Es una obligación moral preparar al niño (y también al adulto) para la muerte. La Tanatología, como disciplina, está hecha para enseñarnos tanto a vivir como a morir dignamente. La preparación para la muerte no debiera ser un tema optativo, sino indispensable; esto nos llevará alcanzar el punto anterior: VIVIR Y MORIR DIGNAMENTE.
En el transcurso de la vida todos peleamos un sinnúmero de batallas en las que a veces salimos victoriosos y a veces derrotados, pero en cada una de ellas sacamos experiencias valiosas que nos ayudan a caminar todo el trayecto.
Casi siempre las derrotas son más fructíferas que las victorias, pues nos enseñan mucho más y nos hacen cada vez más fuertes para emprender acciones o atacar metas más altas.
Hoy quiero hablar de una batalla que todos, tarde o temprano, vamos a sostener irremediablemente: “La batalla contra la muerte”, y podemos estar seguros que habremos de perderla.
Cuando la muerte es súbita, prácticamente no hay batalla, pero tratándose de un diagnóstico de enfermedad terminal, queda tiempo para prepararla acumulando fuerzas, tomando posiciones, sufriendo incertidumbres y, quizá, dolores tanto físicos como emocionales.
En estas circunstancias, los seres humanos recorremos una serie de etapas que fueron planteadas por la Dra. Elizabeth Kübler-Ross en la segunda mitad del siglo XX, dando origen a la Tanatología.
Las fases del duelo son: 1.Negación; 2.Aislamiento; 3.Enojo; 4.Pacto y “regateo”; 5.Depresión ; 6.Aceptación.
Diferencias entre el adulto y el niño.
En el caso de un adulto se viven, generalmente, todas la etapas y se enfrentan con la experiencia de toda una vida.
En el caso de un niño esto es diferente; solo se experimentan las siguientes etapas cuando ya ha sido informado o ha presentido su final:
1.Enojo; 2.Tristeza (sustituye a la depresión); 3.Aceptación.
Identificando las etapas por las que atraviesa, éstas deben ser aprovechadas para prepararlo y, a mismo tiempo, preparar a la familia.
Técnicas tanatológicas
Así como las etapas del duelo se viven diferente en el adulto y el niño, así también las técnicas utilizadas para tratarlos serán diferentes. El niño tiene un sentido de la vida y la muerte más simple y menos “disfrazado” que el adulto; a su vez, el niño no teme a la muerte, la acepta como un paso más en la vida. Esto nos lleva a la conclusión de que la terapia para un niño es simple: no tiene apegos, lo asimila de manera natural, es veraz, es libre en mente y espíritu.
Los pasos a seguir en la terapia infantil son los siguientes:
1. Información verídica
2. Percepción de sus sentimientos
3. Aceptación
Es una obligación moral preparar al niño (y también al adulto) para la muerte. La Tanatología, como disciplina, está hecha para enseñarnos tanto a vivir como a morir dignamente. La preparación para la muerte no debiera ser un tema optativo, sino indispensable; esto nos llevará alcanzar el punto anterior: VIVIR Y MORIR DIGNAMENTE.