SEPTIEMBRE 2005
Soy alma.
C. W. Leadbeater
Has oído decir, vagamente, que el hombre posee algo inmortal que se llama alma, la cual se supone que sobrevive a la muerte del cuerpo. Quiero que deseches esa vaguedad, y que comprendas que, aun siendo cierto el concepto, es una visión de los hechos muy restringida. No digas: “Considero que tengo un alma” sino “Sé que soy alma”. Porque esa es la pura verdad; el hombre es un alma, y tiene un cuerpo. El cuerpo no es el hombre. Lo que tú llamas la muerte no es sino el acto de despojarse de una vestidura inservible, y esto no implica el fin del hombre así como no implicaría el fin tuyo quitarte el abrigo. Por consiguiente, no has perdido al que amas entrañablemente, solamente has perdido de vista el abrigo en el cual acostumbrabas a verlo envuelto. El abrigo se fue, más no el hombre que lo vestía; seguramente es el hombre lo que tu amabas y no su vestidura.
El alma contiene la esencia del hombre. El cuerpo no es más que una morada del alma, instrumento, o bien prisión, de la que ha de salir para gozar de la felicidad eterna.
Sócrates
La muerte, con sus poderosos resplandores, toca el cuerpo y despierta el alma.
Robert Browning
Mi alma es la sombra presente de una presencia desaparecida.
Fernando Pessoa
El nacimiento no es el comienzo.
La muerte no es el final.
La existencia no tiene límites,
es una continuidad sin punto
de partida.
Lo que atravesamos al entrar
y al salir es la Puerta de Dios.
Chuang-Tsu