El constante vaivén de la vida absurda ha llevado de tu lado a esa persona que asomaba cada día en la ventana de tus ojos y tú en los de él ,
y de pronto las ventanas y las puertas se han cerrado y solo hay desazón , y esos recuerdos que tocan tu alma cada segundo que respiras, que alimentan tu espíritu y a la vez te angustian, por que ya no puedes ponerte estrellitas en el pelo para ir a verlo, ni quedar en la plaza, ni llamarlo para ver si hay que comprar…
Es un vacío, un descenso, una caída sin final, es preguntarte ¿por qué a ti?
¿por qué a él?
y cabrearte con todo y con todos y empiezas como a volverte loca en un mundo absurdo que parece ordenado y sin embargo es un auténtico caos.
y sigues adelante por que estás viva y puedes abrir los ojos cada mañana y asomarte a la ventana de tu casa ,aunque sea para ver el asfalto de la calle ó el coche del vecino aparcado en doble fila, y te da igual el mundo y su olor, su color y su música, sin él .
y las preguntas van y vienen mientras estás en la oficina,
en el supermercado, en la peluquería
a todas horas él
a todas horas sin él pero con él.
Pero sabes lo mucho que él te admiraba mejor que nadie y sabes también , de que manera amaba o no a la vida, cómo se sentía, lo que le hacía reir y lo que le molestaba, pero sobre todo y lo más importante que sabes a ciencia cierta es que no solo te queria, te adoraba, te lo dijo pero no solo hablan las palabras, hablan los ojos y a él le gustaría verte bien y que no te abandonas.
Perdóname pero por un instante me sentí en ti.